miércoles, 11 de noviembre de 2009

Otoño...

Si tuviese que contarle hoy mi vida a alguien, podría hacerlo de tal manera que me verian como a una mujer independiente, valiente y feliz. Nada de eso: me está prohibido mencionar la única palabra que es mucho más importante que los once minutos: amor. Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida. Es mentira: la libertad sólo existe cuando él está presente. Aquel que se entrega totalmente, que se siente libre, ama al máximo. Y el que ama al máximo se siente libre. Por eso, a pesar de todo lo que pueda vivir, hacer, descubrir, nada tiene sentido. Espero que este tiempo pae de prisa, para poder volver a la búsqueda de mí misma, bajo la forma de un hombre que me entienda, que no me haga sufrir. ¿Pero qué tonterias estoy diciendo? En el amor, nadie puede machacr a nadie; cada uno de nosotros es responsble de lo que siente, y no podemos culpar al otro por eso. Me sentí herida cundo perdí a los hombres de los que me enamoré. Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie.

Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo.

Novela "Once Minutos" de Pablo Coehlo

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Botines: Balenciaga
Bolso: Zara



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Camiseta: Zara
Falda: H&M
Sombrero: Vintage



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Jersey: Zara
Bolso: Zara


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Chaqueta: H&M
Falda: Top Shop
Chaleco: Vntage